Historia
Historia de Alcubillas
Alcubillas pertenece a la jurisdicción histórica de la Orden de Santiago desde 1213, figurando como villa en todos los documentos históricos posteriores a 1575, fecha que, por otra parte, está grabada en una piedra de la fachada sur de la iglesia, en la ventana del coro concretamente.
Podríamos adentrarnos en la historia para constatar que ya en el año 1243 Alcubillas aparece documentada como torre de defensa y parroquia propia, parroquia que sigue permaneciendo más allá de 1515, aunque reconstruida en distintas fechas, antes y después de esta época.
Cronología Histórica:
- Año 747. En un mapa correspondiente a la división administrativa de las provincias efectuadas por los musulmanes aparece el topónimo de Alcobiellas; siendo por tanto la fecha más lejana que marca su existencia.
- Año 1181. Bula de Lucio III confirmando la donación de Alcubillas a la Orden de Santiago por parte de Alfonso VIII.
- Año 1191. Con la derrota de Alarcos en dicho año, Alcubillas y los demás pueblos del Campo de Montiel vuelven al poder musulmán.
- Año 1213. Un año después de la histórica batalla de las Navas, Alfonso VIII concede a la Orden de Santiago la posesión de todas las plazas del Campo.
- Año 1223. El Papa Honorio III, mediante Bula confirma la posesión de Alcubillas por los cristianos, cuando expresa que los Santiaguistas ya gozaban de los Castillos de Santiago, Paterno, Gorgogi y Alcobiella con sus pertenencias.
- Año 1238. Litigio entre la Orden de Santiago y el Arzobispo de Toledo al considerar éste que habían sido construidas iglesias sin la intervención papal.
- Año 1243. Se falla pleito y San Fernando concede a la Orden de Santiago la mayoría de estas iglesias, encontrándose Alcubillas entre ellas.
- Año 1275. Por el llamado “Fuero de Montiel”, Alcubillas y Cózar fueron cedidas a Montiel como aldeas, siendo Maestre la Orden D. Gonzalo Ruiz.
- Año 1494. Un privilegio confirmado por los Reyes Católicos concede a Villanueva de los Infantes parte del término del común que era de varias villas y lugares del campo, siendo Montiel, Alambra, Carrizosa y Alcubillas las poblaciones perjudicadas.
- Año 1539. Alcubillas se convierte en villa, eximiéndose del control de Montiel, incorporándose asía la Corona y Patrimonio Real, pagando por ello a la Real Hacienda 520.000 maravedíes.
- Año 1571. Se inician las obras de reconstrucción de la Iglesia que se encontraba en ruinas. Durante siete años el pueblo hizo frente a tan considerables gastos.
- Año 1575. Se elaboran las Relaciones Histórico-Geográficas ordenadas por Felipe II, las cuales resultan ser unas auténticas crónicas descripticas del momento y siendo firmadas por los entonces alcaldes ordinarios Martín López y Alonso López.
- Año 1624. Felipe IV, acompañado de su hermano el infante D. Carlos, su primer ministro el Conde-Duque de Olivares y el célebre escritor Quevedo entre otros llegan a Alcubillas a su paso para Andalucia.
- Año 1752. El Catastro del Marqués de la Ensenada recoge con precisión la distribución de las tierras; así como la formación en sus diferentes estratos de la población alcubillera.
- Año 1809. En plena Guerra de la Independencia y apoyados por el Capitán Rosales y el carabinero Juan Molina del Regimiento de Dragones de Granada, el pueblo de Alcubillas quizá espoleado por el heroísmo Valdepeñero combate heroicamente contra las tropas de Napoleón.
- Año 1925. Se realiza posiblemente la mayor obra pública de Alcubillas al construirse más de treinta vivienda subvencionadas, en el “Cerrillo de las Cruces” siendo el Alcalde a la sazón el insigne maestre D. Fernando Gómez Tirado.
- Año 1936. Desatadas las pasiones políticas, España se divide y degenera en una trágica Guerra Civil, apoyada en cada banco por las potencias extranjeras, sirviendo a su vez de banco de pruebas para la Segunda Guerra Mundial. Durante estos años y siguientes, Alcubillas sumida en el dolor y la austeridad soporta con rabioso heroísmo el hambre y la miseria.
- Año 1975. A la muerte del General Franco, inmediatamente se ponen en marcha las leyes sucesorias que él mismo propició, y por las que el Príncipe Juan Carlos es elevado a Rey de España. Desde entonces Alcubillas pone énfasis en aceptar el juego democrático y un acusado deseo de llevar a cabo por parte de todos el logro de su máximo engrandecimiento sustentado por esa generosidad que sido característica principal de sus habitantes.
Alcubillas se convierte en villa
El hecho más importante del siglo XVI (concretamente en el año 1539), para la historia de Alcubillas, fue el de su incorporación a la Corona y Patrimonio Real, eximiéndose del control de Montiel, logrando convertirse en villa (lo cuál permitía al poblado disfrutar de una relativa autonomía en su gestión municipal). En efecto, eran tan grandes las necesidades económicas de la Monarquía, causadas por las constantes guerras que tenía que sostener Carlos I, que se vio obligado a desmembrar y vender villas y lugares.
En tales circunstancias históricas, como Alcubillas había experimentado un apreciable crecimiento en todos los órdenes, y especialmente en cuanto a sus habitantes, y pareciéndose a nuestros antepasados que era carga onerosa y servil el estar sujetos por más tiempo a la jurisdicción de Montiel, decidieron eximirse, pagando por ello a la Real Hacienda 520.000 maravedíes.
Martes y trece. Febrero de 1624, Felipe IV y su Cortejo en Alcubillas
Muy aludido ha sido el viaje que el Rey Felipe IV realizó de Madrid a Andalucía en el año 1964, motivado sin duda por el temor que el monarca sintió ante un probable golpe de mano de los mercaderes ingleses, deseosos de apoderarse de nuestras costas, como posteriormente la experiencia vino a demostrar.
Nosotros vamos a servirnos como fuente del brillante artículo que Isabel Pérez nos narra en su detallada trascripción de los hechos y el certero análisis del paso del rey poeta por nuestra comarca, valiéndose, a su vez, del diario de Herrera y Sotomayor y del testimonio que el célebre escritor D. Francisco de Quevedo y Villegas envía por carta a su amigo, el comendador de Manzanares, Marqués de Velada (hermano político de Medinaceli), y fechada en Andujar, justamente a los cuatro días de su estancia en Alcubillas, argumentando que la razón por la que se siguió este itinerario estuvo motivada por la asistencia del rey a un agasajo en Santisteban del Puerto, por parte del Conde-Duque del mismo título.
Así nos indica Quevedo que el día 12 de febrero comieron en Villarta y la noche la pasaron en La Membrilla, significando que no pudieron concebir el sueño por los efectos de nuestros vinos que hasta provocaron descuidos de ropas. En tanto que Herrera y Sotomayor dicen: << Día 13, martes, fue a comer a Alcubillas “siendo el día mejor”, aunque la noche fue trabajosísima, pues camino de La Torre, donde durmieron, y el tramo de Cózar a esta, debido a lo pantanoso del terreno, todo el trayecto fue sembrado de acémilas y carros, que con muchas dificultades lograron salir de entre el barro y la nieve que les sobrevino>>.
Del viaje de vuelta se sabe poco, casi sólo el itinerario; sabemos que el día 14 de abril durmió en Cózar y al día siguiente, lunes, salió rumbo a la Venta de Santa Elena donde comió, atravesando Alcubillas.
Hallazgos Históricos
Los más antiguos hallazgos aparecidos en nuestro Campo de Montiel se corresponden con el Neolítico, pues así lo atestigua el haberse encontrado armas y utensilios como hachas y ánforas.
Hacia 1970 en la fina “Las Zanjas” de Alcubillas, fue encontrado por José Vicente Serrano Serrano mientras labraba, un anillo de oro cuyo peso es superior al los 30 gramos y una pureza de 22 quilates. Este anillo que se conserva en el Museo Provincial de Ciudad Real ha sido descrito por el Catedrático de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Manuel Bendala el cuál lo califica de excepcional y del que dice ” Adopta forma de sello, de chatón aproximadamente circular, del que emergen, diametralmente opuestas, dos cabezas de felino de fauces abiertas y taladradas que parecen morder y sujetar el aro que las enlaza para cerrar el anillo”
El anillo responde en conjunto, a una arte propio del mediterráneo oriental y de la Grecia Arcaica, y podría datarse hacia finales del siglo VI a.C. Arte propio del mediterráneo oriental y de la Grecia Arcaica, y podría datarse hacia finales del siglo VI a.C.z
En febrero de 1975 y mientras realizaban labores agrícolas en la fina denominada “Camino del Medio”, y a 3,5 Km. de Alcubillas fue encontrado por Basilio Fernández Mejía y Vicente Alvarez Arcos, vecinos de la localidad otro importante hallazgo arqueológico consistente en una escultura zoomorfa ibérica, representando la cabeza de un toro. Se destaca en la escultura la diadema o doble estría que corona su testuz, cuya forma recuerda la decoración de la cerámica a bandas geométricas ibero-andaluzas de IV-III antes de Cristo, época en que igualmente se enmarca la escultura en cuestión.
Escultura zoomorfa ibérica que puede datar hacia el siglo IV a.C.
También se han encontrado fragmentos de cerámica ibérica de gran calidad que pueden fecharse en los siglos IV-III a.C. Todos ellos decorados con pintura roja y hechos a torno.
EL CASTILLO FORTALEZA
Su castillo o torre de defensa, jugó un papel importante dentro de la línea defensiva formada junto a los de Fuenllana y Montiel, que se conjugaba con las formadas por los castillos de Alhambra y Ruidera, por el Norte, y las torres defensivas de Torre de Juan Abad, Puebla del Princípe, Terrinches, Albaladejo y Montizón, más al Sur de la demarcación.
Lo más probable es que el Castillo de Alcubillas fuera levantado por la población islámica con el fin de garantizar su seguridad; pero al igual que otros, posteriormente fueron utilizados por los cristianos en plena Reconquista.
De estudios arqueológicos realizados se desprende que el Castillo de Alcubillas consta de tres recintos sucesivos.
La cerca del interior del Castillo es posible que formara una especie de óvalo en torno a los restos del recinto principal.
El segundo recinto fue el Castillo propiamente dicho y pudo tener un parecido al de Albaladejo. Su eje mayor medía 30 metros y el menor de 14 metros, lo que representa una superficie ocupada de 420 metros cuadrados.
En la parte Oeste del interior de este recinto hay vestigios de un aljibe de 17 metros cuadrados de base, con una profundidad máxima de 1,20 metros.
La parte Este de dicho recinto estaba ocupada por una torre, que sería la torre del homenaje en tiempos tardíos.
El tercer recinto seria dicha torre, que tenía una extraña forma triangular con los ángulos redondeados.
Si tenemos presente que ya es irrecuperable tan magnífica fortaleza, sí debe quedar plasmada la importancia que tuvo para el conjunto de nuestra historia, ya que en plena Reconquista fue objeto de múltiples ofensivas, forjando así el noble y recio espíritu de nuestros antepasados.